La luna estaba
distante, distante de ella misma .
Era luz, y aun así
temía constantemente a la obscuridad.
Se consideraba
un refugio ,sin embargo se sentía
desamparada.
La luna era una
guía que constantemente se perdía .
Guardaba un secreto,
un secreto tan profundo como sus ojos
,tan obscuro como su cabello y tan frío como su
piel.
Escondía en cada
parte de su ser un ser distinto a su ser.
La luna tenia un
sueño ,lleno de lagunas y fragmentos que no lograba reconocer.
Vivía pesadillas
con los ojos abiertos y al filo de su cordura.
Estaba llena de
deseos , deseos que se esfumaban arrastrados por el tiempo, borrados por
palabras , ocultos por temor.
La luna esperaba,
pacientemente y sin reproches , con serenidad y armonía, callada y distante.
El sol estaba cercano, cercano a sus anhelos y deseos.
Era luz inagotable,
un resplandor inigualable.
Dador de amaneceres,
protagonista de ocasos .
Era vivas y radiante.
Consumidor insaciable
.
El calor
necesario, el sentir anhelado.
Su ausencia era fría,
su partida dolía.
Recordatorio de la soledad, añoranza de
libertad .
El sol era temido,
odiado y repudiado.
Era amado, bendecido
y alabado.
Confuso de mente ,
confuso de ser, confuso de parecer.
El sol anhelaba, soñaba
y deseaba.
Se ocultaba por
temor.
Resplandecía por
valor.
El sol palidecía, se
agotaba y se perdía .
El sol extrañaba a la
luna...
La luna extrañaba al
sol.