martes, 27 de enero de 2015

La Luna y el Sol

La luna estaba distante, distante de ella misma .
Era luz, y aun así temía constantemente a la obscuridad.
Se consideraba un  refugio ,sin embargo se sentía desamparada.
La luna era una guía  que constantemente se perdía .
Guardaba un secreto, un secreto tan profundo  como sus ojos ,tan obscuro  como  su cabello y tan frío  como su  piel.
Escondía en cada parte de su ser un ser distinto a su ser.
La luna tenia un sueño ,lleno de lagunas y fragmentos que no lograba reconocer.
Vivía pesadillas con  los ojos abiertos  y al filo de su cordura.
Estaba llena de deseos , deseos que se esfumaban arrastrados por el  tiempo, borrados  por  palabras , ocultos por temor.
La luna esperaba, pacientemente y sin reproches , con serenidad y armonía, callada y distante.
 


El  sol estaba cercano, cercano  a sus anhelos y  deseos.
Era luz inagotable, un  resplandor inigualable.
Dador de amaneceres, protagonista de ocasos .
Era vivas  y radiante.
Consumidor insaciable .
 El calor  necesario, el sentir anhelado.
Su ausencia era fría, su partida dolía.
 Recordatorio de la soledad, añoranza de libertad .
El sol era temido, odiado y repudiado.
Era amado, bendecido y alabado.
Confuso de mente , confuso de ser, confuso de parecer.
El sol anhelaba, soñaba y deseaba.
Se ocultaba por temor.
Resplandecía por valor.
El sol palidecía, se agotaba y se perdía .
 

 El sol extrañaba a la luna...


La luna extrañaba al sol.