domingo, 22 de marzo de 2015

Querido Azael.

Mi querido Azael , has caído a la tierra envuelto en el pecado, tu lujuria enciende tus ojos como si de dos antorchas se tratara, es fuego y consume , consume todo lo que has decidido mirar, lo que anhelas, lo que deseas, aun lo que amas ha sido consumido por el fuego que emanas y aun así no puedo evitar sentirme cautivada por el fuego en tu mirada, ¿soy acaso un alma perdida como para anhelar quedarme?, te veo consumir todo lo que tocas, calcinar todo lo que tu piel roza y  destruir  a cualquiera que siquiera ose mirarte, as descendido en mi vida como un representante en carne de todos y cada uno de  mis miedos , como el conjunto de todos mis demonios, eres mi mayor tentación querido Azael  la mayor prueba a la que me he enfrentado, a la que temo no vencer.



Me miras y puedo sentir mi piel ardiendo, pero no es el fuego de tu mirada lo que me quema, es el deseo, que recorre cada centímetro de mi piel cuando posas tu mirada en mí, con cautela desenfundas tu espada, y  un chirrido  desquiciante resuena en mis oídos, la sangre vertida en el metal resplandeciente   pide justicia,  y yo no temo ante ti, es mi mejor escudo en este momento, el temerte te habría dado un poder sobre mí que no me podía permitirte. Me mirabas con ira, sabias perfectamente quien era y que jamás te dejaría entrar, lo sabía y te carcomía por dentro el saber que en tu interior tu lujuria te alimentaba a desear lo que no debías ni podrías  tener.

Azael, te veo  caminar asía mi con pasos apresurados, sinceramente puedo escuchar el crujir de cada una de las ramas que se rompen ante tus pisadas, es irónico, una parte de mi llego a pensar en algún momento que  flotarías sobrenaturalmente sobre este mundo, como si no quisieras dejar rastro alguno de tu pecado, tu espada sigue en tu mano y es entonces cuando recuerdo que estoy indefensa ante ti, he entregado cada una de mis armas desde hace mucho tiempo, todas y cada una de mis espadas han sido cubiertas con una sangre tan poderosa que las ha fundido para crear una corona, y por un momento por más estúpido que suene desearía tener mis espadas de vuelta solo para poder defenderme.

Cuando estas a unos centímetros de mí y tus ojos me miran fijamente puedo ver en ellos el reflejo de la maldad de este mundo, mirarte a los ojos es como si tus manos atravesaran mi pecho y estrujaran mi corazón tan  fuertemente  con tanta ira que se me va la respiración y mi piel simplemente se vuelve frágil como el papel.


Luego puedo escuchar el  impacto de tu espada con mi piel, no puedo sentirlo, mi piel ha perdido la sensibilidad desde hace tiempo, sin embargo puedo escuchar como la sangre emana de mi fluidamente, sin restricciones sin paciencia sin contemplación y tu mirada de fuego es aún más intensa he saciado tu fuego con mi sangre, he llenado tu vacío con mi dolor y aun así para ti no es suficiente, entonces me tocas por primera vez desde que comenzó nuestra batalla me tocas verdaderamente, y puedo sentir con las pocas fuerzas que me quedan tu piel ardiente sobre mi piel y por sorpresa no me quemas,  no como lo esperaba no consumes mi piel, ni  provocas heridas, solo enciendes en mí el interruptor que yo misma había elegido apagar, y entonces muere una parte de mí, para dejar vivir a lo que nunca fui.