Impregnada.
Abro mis ojos y lo primero que
logro ver es el piso manchado de una habitación tan diferente a la mía,
es lúgubre y obscura, la iluminación es pésima y no tiene ventanas, 4 paredes
pintadas de horrible color amarillo cuya tonalidad jamás lograre adivinar,
cuadros pasados de moda llenos de arte de artistas mediocres, que probablemente
venden lo que llaman arte para poder comprar
drogas, solo alguien drogado podría pintar trazos tan descabellados y
fuera de lugar. La
cama se siente incómoda siquiera sé cómo es que pude haber dormido en algo tan áspero,
y como si no fuera suficiente ese olor penetrante de algo desconocido inunda
mis pulmones, es agobiante y me altera
al mismo tiempo, es un olor que me hace volver por completo a mi realidad, una vez más estoy en una habitación
totalmente desconocida, en un lugar extraño y sin dirección ni memoria, una vez
más me encuentro perdida dentro de este lugar al que me obligan a llamar vida.
Cada bocanada de aire se siente como una puñalada a mis pulmones, me
pregunto si una vez más he estado jugando a dejar de respirar, me pregunto si una vez más me he emborrachado y me he acostado con algún tipo al cual no
conozco y probablemente jamás conoceré, por un momento realmente deseo que haya sido así, realmente espero que
simplemente haya sido una borrachera fuera de control donde se inhibieron cada
uno de mis valores y sentido morales, y no que ella haya vuelto.Puedo sentir la sequedad en mi garganta y el dolor de cabeza que me tortura, las punzadas en ciertas
partes de mi cuerpo y las náuseas, definitivamente he bebido,
definitivamente he tenido alguna razón
para beber, alguna razón que me trajo hasta aquí, hasta este lugar.Me levanto de la cama y puedo notar como el frio de la habitación
recorre mi piel desnuda, es como cientos
de pequeños pinchazos al mismo tiempo, en cada centímetro de mi cuerpo, pero no
importa, nada importa, me ha pasado tantas veces que simplemente en este
momento podría decir que carece de sentido, simplemente es otra mañana más, en
otro lugar desconocido, sin recordar nada, simplemente es otra mañana usual y
común en lo que se hace llamar vida.
Camino
hasta un armario que se encuentra justamente enfrente de la cama, una mala
ubicación a mi parecer, me pregunto en qué
clase de lugar alguien puede disfrutar mientras su reflejo lo mira dormir, es
simplemente carecer de cordura el tan solo pensar en que a alguien le
podría gustar esa idea.
Mi
reflejo en el espejo luce un poco pálido , la mujer que esta parada en frente
de mi carece de belleza aun estando en el estado más natural y puro que puede
existir , luce simplemente como una aberración, cada centímetro de su cuerpo está cubierto por dolor, por sufrimiento ,
por gritos y agonía, por suplicas que
pasaron simplemente desapercibidas, en
su hombro derecho se puede percibir un hematoma; que simboliza peleas y luchas
, que representa a su verdadera yo
tratando de escapar, en su abdomen hay uno más, uno de sus muslo es portador orgulloso de uno de grandes
dimensiones y su cara esta coronada con
rasguños al igual que su espalda, algunas mañanas cuando me miro al
espejo es como si realmente no pudiera reconocer quien soy , como si la persona
que vive dentro de ese cuerpo que miro al espejo en este momento saliera de él
y se perdiera, como si cada vez fuera más difícil encontrar el camino de regreso. Al alejarme
del espejo me dispongo a vestirme, al recorrer toda la habitación con la mirada
me percato de que definitivamente no existe rastro en la habitación de mi ropa
o mi bolso o mis zapatos, a simple vista
podría decir que jamás estuve aquí, que jamás
viví esta mañana, que estos recuerdos no van a existir y que mi piel nunca fue
impregnada por este lúgubre lugar. Puedo
ver una puerta a unos centímetro de mí, realmente esta habitación es de
dimensiones pequeñas, una puerta
descolorida cuya pintura se cae a pedazos , tal vez sea un baño y mis pertenencias se
encuentren ahí o sea la puerta de salida para poder escapar de esta pesadilla,
camino hacia ella mientras siento el
piso pegajoso y frio, coloco mi mano en la perilla y me dispongo a girarla y
entonces un pensamiento pasa por mi mente, algo como un susurro de una voz desconocida,
-no lo hagas, solo escapa- y desaparece después de unos segundos, como lo hace
usualmente, lo ignoro y giro la perilla
y se abre ante mí un panorama tan
aterrador que altera verdaderamente mis sentidos, acelera mi corazón y me deja sin aliento, las paredes amarillas
adornadas de dolor , impregnadas de pecado, manchadas de sangre , de una sangre tan roja que lastima solo al verla, la bañera, las paredes
, el piso todos son un recordatorio constante de una incógnita, no puedo , el
olor me provoca nausea , cierro mis ojos y una voz, un pensamiento fugas inunda mi cabeza una vez más – fue divertido-.
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